Centro Respiratorio Hospital Barros Luco: implementación que permite combatir el COVID-19
La rápida propagación del Coronavirus COVID-19 por el mundo, encendió las alarmas en los establecimientos asistenciales del país, entre ellos Hospital Barros Luco Trudeau. Donde se inició el uso de protocolos específicos, capacitaciones y simulacros, ante lo que se convertiría en declaración de pandemia.
“Fue un continuo de cambios, ya que como era un nuevo agente, una presentación distinta, no había ningún antecedente de algo parecido para homologar. La ciencia ha ido desarrollando y determinando cosas nuevas, que cada día va cambiando”, señaló la Dra. Patricia Riquelme, subdirectora médica de atención abierta HBLT. Quien, además sostiene que la situación se ha convertido en un gran desafío de gestión.
El Centro de Diagnóstico y Tratamiento (CDT), realiza entre 2 mil y 2.500 consultas diarias ambulatorias, con varias especialidades y un flujo continuo de pacientes, muchos de ellos con antecedente de una patología crónica, un tratamiento oncológico, inmunológico, biológico; por lo que el desafío a buscar nuevas y efectivas vías de atención ha sido constante. Debido, principalmente, al riesgo que podría significar el posible contagio de COVID-19 en el establecimiento para pacientes y funcionarios.
Ante esta situación se reorientó la atención ambulatoria, en respuesta también a las indicaciones del nivel central, en relación a disminuir la exposición de pacientes y el cuidado de funcionarios que son actores fundamentales ante una eventualidad epidemiológica como la que estamos viviendo. “Lo que se hizo fue, seleccionar a nuestra población funcionaria, redistribuir las funciones, orientar a las patologías que no podían esperar como oncología y urgencia. Manteniendo la continuidad de la atención en cuanto a la entrega de fármacos. Una estrategia que hemos usado también, es que los médicos llaman a los pacientes para ver cómo están, si requieren o no que vengan en forma presencial, que no tengan tanta exposición, debido a las recomendaciones de aislamiento social. La idea es que esto sea un centro de salud y no un foco de enfermedad”, explicó la Dra. Riquelme.
Agregando, “Lo que hicimos fue limitar a estos pacientes, orientamos la atención a estos diagnósticos y a urgencias específicas por especialidad y para evitar que hubieran mayores casos o se generara un brote dentro del CDT”. La estrategia, en este caso, fue disponer la atención del TRIAGE frente a la puerta de entrada al CDT, seleccionando a las personas que efectivamente debieran asistir, siendo acompañados por un familiar solo en casos justificados, disminuyendo el número de personas que transitan.
Junto a ello, en estrategia conjunta con el servicio de Infectología, se puso en marcha el Centro Respiratorio. Instalación que permite que en el caso de que algún paciente o funcionario presente síntomas atribuibles a Coronavirus, sean evaluados por un médico y se les realice el examen PCR, que es enviado al Hospital Dr. Lucio Córdova para, posteriormente, hacer un seguimiento a los casos positivos o negativos y dar las orientaciones e indicaciones a nivel general y vía telefónica.
Este Centro Respiratorio se convierte en una estrategia, creada en respuesta a la alta demanda que se espera de pacientes y la necesidad de establecer mejores flujos de atención para disminuir el riesgo de contagio por Coronavirus, tanto de funcionarios, como de pacientes que acuden al hospital. “Como primer objetivo es poder pesquisar funcionarios que pudieran tener síntomas y tener la enfermedad y, en segundo lugar, pacientes que vienen al CDT con hora citada, poder hacer una pesquisa precoz si presentan algún síntoma. Otorgando un flujo de atención distinto, para evitar contagios con otros usuarios que pudieran venir al CDT”, explicó la Dra. Mariela Raijmakers, infectóloga Hospital Barros Luco.
“El médico lo que hace es evaluar si los síntomas que presenta el paciente son atribuibles a una sospecha a una enfermedad por Coronavirus o corresponde a otra patología. Ha pasado que los síntomas son de amigdalitis o pacientes que tienen otra infección. En ese caso buscamos otro flujo de atención ya que en realidad no amerita tomar el examen”, detalló la Infectóloga.
En la primera evaluación médica, si el paciente viene estable, no tiene factores de riesgo y no tiene indicación de estar hospitalizado se le da la orden de examen, pasa a la sala de toma de muestras con el kinesiólogo que toma la muestra respiratoria (hisopado nasofaríngeo) y con eso termina la atención. El paciente se va con las recomendaciones y material en folleto con las indicaciones para hacer los aislamientos y, si lo necesita, se le da una licencia corta de dos o tres días mientras espera el resultado. Puesto que, siendo casos sospechosos, no es recomendable que vuelvan a trabajar y se mantengan en su domicilio mientras se confirma o se descarta el Coronavirus.
Si la pesquisa se realiza a un paciente con factores de riesgo o que viene con un compromiso mayor, se hace un flujo de derivación hacia el Hospital Dr. Lucio Córdova, que se coordina telefónicamente para ingresar a evaluación, donde se considera la hospitalización para observar al paciente.
Con la entrega de resultados, habitualmente es en 24 horas, pero por la demanda en ocasiones ha tenido que ser mayor, comenta la Dra. Raijmakers. Se llama telefónicamente al paciente, ya sea que haya salido positivo o negativo y, en los casos positivos, se aprovecha de coordinar la licencia por más días, para que el paciente pueda estar en aislamiento y resolver todas las dudas que pudiera tener respecto a la enfermedad. “Se hace un seguimiento telefónico además en que le vamos preguntando al paciente todos los días cómo se siente, si todavía está con fiebre y se le educa respecto a los eventuales síntomas de alarma que pudiera presentar, en cuyo caso debiera consultar a la urgencia y no quedarse esperando en su casa”, explicó la Dra. Mariela Raijmakers.
Gracias a la excelente disposición de todas las unidades, la organización logística a cargo, fundamentalmente, de Coordinación de Enfermería logró que, “se organizaran equipos en los puntos de acceso al CDT, uno para farmacia y otro para consultas ambulatorias en general y fueron formadas por los jefes de centro de cada una de las especialidades para poder dar una respuesta más específica a los pacientes. En el fondo que tuviera una respuesta del CDT a sus requerimientos”
Añadiendo, además que, “Eso involucró que equipos de distintas especialidades bajaran y estén distribuidos con sus elementos de protección personal adecuados y en coordinación con seguridad, que apoyó en ordenamiento, establecimiento de los flujos y las vías de acceso y de salida para que estuviera más ordenado, con personal de admisión que también ha orientado respecto de algunos procesos propios de esas unidades”.
De esta forma, la atención queda compuesta por, “Médicos que están atendiendo, que son en general, dos becados de infectología o de medicina interna, un médico de broncopulmonar y un otorrino. Tenemos una enfermera a cargo del centro que se encarga de mantener los insumos, de que todo esté funcionando. Dos técnicos que se encargan del control de pacientes, los kinesiólogos ; que se encargan de la toma de muestras y una admisionista que es quien recibe a los pacientes inicialmente”, comentó la Dra. Raijmakers.
Sin lugar a duda, un gran esfuerzo que ha requerido de cada uno de los funcionarios, funcionarias y pacientes, de quienes estamos profundamente agradecidos.