H. Barros Luco adquiere torres endoscópicas con inteligencia artificial y se transforma en el primer centro de América Latina en contar con esta tecnología
Tras una inversión superior a los $1.200 millones, circunscrita al proyecto de Reposición de Equipos de la Ley del Cáncer, el centro asistencial adquirió tres torres de endoscopía que cuentan con la tecnología “Cadeye” que permite, entre otros aspectos y para la realización de colonoscopías, detectar y ubicar con precisión lesiones que tienen una alta probabilidad de producir cáncer. Cerca de cien procedimientos mínimamente invasivos ya se han realizado a la fecha.
“Los primeros beneficiados son las personas, nuestros usuarios, pero a la vez, potenciamos la investigación, evaluación, prevención y pesquisa del cáncer, permitiendo a nuestros equipos ir mucho más rápido en los avances de la tecnología y del tratamiento de la enfermedad”, asegura Gisella Castiglione, directora del Hospital Barros Luco.
Detectar una lesión sospechosa en una imagen endoscópica, refiriendo con amplia exactitud la ubicación de ésta, es una de las características de las torres con tecnología “Cadeye” querecientemente fueron adquiridas por el Hospital Barros Luco en el marco del proyecto de reposición de equipos del Fondo Nacional del Cáncer.
De esta forma, a la alta resolución de la imagen y su precisión en la ubicación de pólipos, heridas y tumores, se suma la Inteligencia Artificial, mediante la cual, la torre endoscópica emite una alerta en la pantalla, sugiriendo al personal tratante si corresponde a lesiones hiperplásicas o neoplásicas benignas o malignas.
Los equipos cuentan con endoscopios terapéuticos, de diagnóstico, colonoscopios y duodenoscopios e incluso cuenta con un sistema completo de endosonografía radial. “Estas torres nos permiten diagnosticar lesiones que llevan al cáncer y los cánceres que ya están presentes, pero de forma incipiente, lo que nos faculta a realizar un tratamiento mínimamente invasivo, vía endoscópica”, dice el jefe del servicio de Endoscopía del Hospital Barros Luco, Dr. Sergio Rubel.
“Un paciente que antes había que operarlo y hacerle una resección intestinal, debía estar hospitalizado entre cinco y siete días, con una licencia que fluctúa entre las 30 y 45 jornadas. Desde ahora, nuestros pacientes se pueden operar en forma ambulatoria o con hospitalización transitoria, pudiendo irse prontamente a su domicilio y en tres o cinco días, volver a hacer a su vida normal, impactando mínimamente en la dinámica familiar”, asegura Rubel.
Sumado a lo anterior, el nuevo equipamiento también cuenta con cromoscopía electrónica, tecnología que utiliza un método de coloración digital o electrónica que permite detectar lesiones y visualizar cambios en la mucosa que habitualmente no se perciben. “Esta técnica, nos da la posibilidad de hallar lesiones neoplásicas benignas o pre malignas, que luego pueden evolucionar a un cáncer, o cánceres incipientes que son muy difíciles de detectar sólo con la vista”, dice el jefe de Endoscopía.
Centro de formación nacional
“Nuestro hospital es uno de los mayores centros de diagnóstico y tratamiento endoscópico y es centro de formación a nivel nacional en endoscopía de diagnóstico terapéutico básico y avanzado. Por un lado, los primeros beneficiados son las personas, nuestros usuarios, pero a la vez, potenciamos la investigación, evaluación, prevención y pesquisa del cáncer, permitiendo a nuestros equipos ir mucho más rápido en los avances de la tecnología y del tratamiento de la enfermedad”, agrega.