El aumento de pacientes hospitalizados a causa del coronavirus y la consecuente necesidad de ventilación artificial, ha implicado que diversos centros asistenciales aumenten su capacidad de oxígeno y, además, planifiquen con mayor anticipación la adquisición de fármacos y medicamentos asociados a los tratamientos de pacientes críticos.

En este contexto, desde principios de junio, el Hospital Barros Luco inició las obras de ampliación de la red de oxígeno, incorporando un nuevo tanque para así garantizar el suministro a la totalidad de los pacientes.

“El aumento en el consumo de oxígeno, debido a la pandemia, ha sido del orden de un 600%. Hemos tomado las medidas de resguardo, instalando tanques auxiliares, lo que nos ha permitido garantizar a las personas el suministro, a pesar del fuerte incremento en el consumo. A lo anterior, se suma que hoy estamos instalando un segundo tanque de 17 mil litros, totalizando 36 mil litros de capacidad», dice la Dra. Gisella Castiglione, directora del centro asistencial.

En tanto, el uso de fármacos se ha incrementado exponencialmente, lo que ha implicado una planificación detallada por parte del equipo de Farmacia.

“Previo a la pandemia, la demanda era del orden de tres mil unidades, en promedio, de los fármacos utilizados. Actualmente, ese consumo ha llegado a las 29 mil unidades, por lo que establecimos una estrategia que considera, a través del Comité de Farmacia, evaluar las opciones terapéuticas de los pacientes hospitalizados, los protocolos y ejecutar una constante revisión de las recetas, de acuerdo a la terapia indicada por los equipos clínicos, especialmente de camas complejizadas”, dice Paulina González, jefa de la Unidad de Farmacia del H. Barros Luco, quien agrega que “de esta forma, definimos anticipadamente el tipo y cantidad de fármacos que debemos usar en sedoanalgesia, para cubrir la actual demanda», asegura.