Hospitales Barros Luco Trudeau y Guillermo Grant Benavente de Concepción realizaron el primer trasplante cruzado interregional con donante vivo
Se trata del primer trasplante bajo esta modalidad que se lleva a cabo entre regiones y el segundo a nivel nacional. El primero se realizó en el Hospital Barros Luco en diciembre de 2023. Las intervenciones requirieron de un gran despliegue por parte de los equipos de salud, el que implicó, incluso, el traslado de los órganos vía aérea y terrestre, hasta los hospitales de destino.
El miércoles 28 de agosto, los hospitales Barros Luco Trudeau (HBLT) y Guillermo Grant Benavente de Concepción (HGGB), llevaron a cabo, simultáneamente, un trasplante cruzado de riñón, con donante vivo no relacionado.
Esta modalidad de trasplante se puede efectuar cuando hay dos familias en las cuales, respectivamente, hay un donante y un receptor, pero estos son incompatibles entre sí. Sin embargo, al cruzarse las parejas, se puede llevar a cabo la donación. De esta forma, el donante de Concepción entregó su riñón al receptor de Santiago y el donante de Santiago al receptor de Concepción.
Así, tanto en el Hospital Barros Luco como en el Hospital Guillermo Grant Benavente, se llevaron a cabo, casi de forma simultánea, las nefrectomías, para luego trasladar los órganos, vía terrestre y aérea, a los respectivos hospitales y proceder a la implantación de los riñones, en una logística que requirió la conformación de pabellones compuestos por arsenaleras, pabelloneras, anestesistas, técnicos anestesistas y un equipo de enfermería y Tens especialistas en pabellón.
“Usualmente los trasplantes son de donante cadáver o de donante vivo relacionado y, sobre esa base, en esta modalidad, al cruzarse tanto a los donantes como a los receptores, se genera la posibilidad de aumentar el número de donantes y de esta forma entregar una mejor calidad de vida a más personas que esperan por un riñón”, dijo Luis Alarcón, médico jefe de cirugía de Trasplantes del Hospital Barros Luco.
Por su parte, Alicia Fernández, nefróloga del Hospital de Concepción dijo que “esta es una alternativa de trasplante para nuestros pacientes, cuando las donaciones de personas con muerte encefálica no son muy frecuentes”, con la finalidad de ir disminuyendo las listas de espera y que “abre una opción a aquellos pacientes que tienen un donante vivo que le quiera donar un riñón, pero que son incompatibles cuando esto mismo ocurre en otra zona del país, con otra pareja siendo el resultado de los estudios positivo, es posible realizar este macro procedimiento simultáneo”, explicó. Los pabellones, secuenciales, estuvieron compuestos por un equipo de dos cirujanos, además de arsenalera, pabellonera, anestesista, técnico anestesista y un equipo de enfermería y TENS especialistas en pabellón.
En tanto, Walter Keupuchur, Director del Hospital Barros Luco, explicó que “con estas intervenciones hemos adquirido una experiencia muy valiosa, la cual nos permitió llevar a cabo, en septiembre, un tercer trasplante cruzado y ser, además, recientemente seleccionados para la realización de dos procedimientos más que irán en directo beneficio de las personas».
Los minutos son claves
La intervención requirió de un despliegue mayor por parte de los equipos de salud, considerando el recorrido que conllevó el traslado de los dos órganos. “Este hito para la salud pública es una muestra de lo que se puede hacer coordinadamente en la red asistencial. Logramos, en algunas horas y gracias al apoyo de la Coordinación de Trasplante del Ministerio de Salud, trasladar los órganos a dos ciudades, en tiempos oportunos, garantizando así un óptimo trasplante en los receptores”, aseguró Daniela Zamora, médico jefe de la Unidad de Trasplantes del H. Barros Luco, quien agregó que tanto los receptores como los donantes, se encuentran en perfectas condiciones y realizando su vida de forma absolutamente normal.
Por su parte, el jefe del Servicio de Urología del HGGB, Dr. Esteban Arias argumentó los 30 años de experiencia del recinto penquista haciendo trasplantes renales. “Esto, obviamente va madurando al equipo y eso determinó que pudiéramos hacer este hito de trasplante cruzado, el primero en regiones, en conjunto con el Barros Luco”. El director del recinto, Claudio Baeza, en tanto, manifestó que “fue una tremenda cadena humana que posibilitó que esto fuera exitoso para nosotros. Nuestro mayor compromiso como hospital es hacernos cargo de los problemas de la gente y esto es una muestra de ello”.
Los donantes y receptores
Rodrigo tiene 52 años y está casado con Verónica, quien donó su riñón al receptor de Concepción. Es técnico en electricidad y constructor. Tanto él como su esposa son de San Joaquín y padres de un hijo de 31 años. En 1992, Rodrigo fue diagnosticado con una falla renal generalizada, debiendo quedar en diálisis. Se mantuvo así hasta 1999, cuando fue trasplantado por primera vez, sin embargo, se generó un rechazo, por lo que tuvo que volver a diálisis a los pocos meses de intervenido. Cuatro años después, en 2003, volvió a ser trasplantado, recuperando parcialmente su vida habitual hasta que, en 2017, nuevamente presentó un rechazo, debiendo dializarse nuevamente, situación en la que se mantuvo hasta el día del trasplante.
“Esta es una nueva oportunidad para vivir, más aún por los planes que tenemos a futuro junto a mi familia. Si bien no me gusta que mi esposa haya dado parte de su vida por mí, si lo entiendo por nuestros planes que son irnos a vivir al sur, al Lago Ranco. Se trató de una hermosa decisión que cambió la vida de toda mi familia”, dijo.
Por su parte, Verónica (53), quien se desempeña como vendedora en un local de comida al paso, asegura que “es maravilloso poder ayudar a mi marido y a otra persona a quien no conozco. Esa persona podrá hacer su vida normal, viajar, salir, comer normalmente. Con esta decisión le daré vida a otra persona. Esto, definitivamente, es un gran acto de amor”.
En la región del Biobío, en tanto, en 2018, a sus 26 años Génesis (32) se presentó en la Unidad de Urgencia del Hospital Regional de Concepción. Tras ser ingresada, le registraron una presión de 270 (mmHg) que no pudo bajarse a niveles adecuados y, a las pocas horas, esta emergencia empezó a afectar sus riñones. No hubo una causa certera. Sin embargo, evolucionó a una insuficiencia renal en etapa aguda. De inmediato la enviaron a hemodiálisis, a un centro
particular de diálisis en San Pedro de la Paz, tratamiento en el que estuvo casi seis años (que se habrían cumplido el 12 de diciembre próximo). La joven debía dializarle, conectada a una máquina, cuatro horas diarias, tres veces por semana, pese a que siempre supo que la primera opción para recuperar su salud y bienestar era sometiéndose a un trasplante renal.
En enero de este año, desde el recinto médico de Concepción le contaron que la legislación chilena había autorizado realizar ajustes a la modalidad de trasplante cruzado con donante vivo, lo cual incluía hacerlo fuera de un recinto asistencial de la R.M.
Génesis tiene dos hermanos y una hermana melliza. Está en pareja y su pololo también manifestó su voluntad de donarle un riñón. Sin embargo, ni sus tres hermanos ni su pareja eran compatibles con ella, según los primeros estudios del programa de trasplante que iniciaron a principios de este año.
No obstante, su melliza de 32 años se hizo parte de un segundo estudio con otras dos personas, desconocidas entre sí, sin vínculo sanguíneo, pero que lograron concluir este proceso con éxito. Lo que finalmente, le permitió compatibilidad con el receptor de la región Metropolitana.
Transcurridos ya casi tres meses de su cirugía de trasplante, Génesis está en excelentes condiciones de salud en su domicilio y admite que fue un cambio tremendo. Además, ha retomado paulatinamente su actividad laboral.
“Con un trasplante, hasta mi apetito y la comida es diferente. Es impresionante. Estoy más que agradecida y no tengo cómo pagarle a todo el equipo médico por este nuevo riñón que ahora está funcionando y que hayan mejorado mi calidad de vida”, confesó la joven.
Finalmente, Daniela, su melliza, profesora diferencial residente en Chillán, quien donó su riñón para ser trasplantado en el receptor de la capital, manifestó que “no fui la única que tenía ese deseo de aportar porque considero la donación como un acto de amor. Un acto de amor que mejoró la calidad de vida de mi melliza, de la persona en la que estuve en la guatita de mi mamá, con quien nací y hemos crecido juntas. Quizás esa es la magia de lo que nos pasa. Cuando la “Gene” se enfermó, yo estaba en el sur y me pasaron ciertas cosas previas a su hospitalización, por ejemplo.
Y así ocurrió también la posibilidad de hacer una donación cruzada con estas personas de Santiago, que ojalá estén bien también, que haya resultado todo bien con esa donación de riñón, porque finalmente donar es dar vida. Esa es mi experiencia y la invitación a que se pueda propagar la donación cruzada. Finalmente, todos somos seres humanos y a todos nos puede pasar en algún momento una situación particular y si uno puede aportar un granito de arena para que esto se pueda ir mejorando, cuando existe una calidad de vida, es distinto a sobrevivir con una diálisis, que a tener una calidad de vida sin diálisis”.
Esta mañana, algunos de los pacientes trasplantados y donantes, además de parte del equipo clínico que participó de las intervenciones del H. Barros Luco, fueron recibidos por el Equipo Directivo del centro asistencial, en el marco del Día Nacional del Trasplante.
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