Juan Pablo Tobar, funcionario contagiado con Covid-19: “No sé si hay algo bonito, pero siempre hay una lección”.
Juan Pablo tiene 48 años, está casado, tiene cinco hijos y un nieto. Es el conductor de una de las ambulancias del hospital, trabaja hace 21 años en el Barros Luco y ha sido, al igual que otros funcionarios, uno de los que padeció el Coronavirus.
Comenzó con fiebre, problemas respiratorios y su PCR fue positiva. Tras ser atendido por sus propios compañeros de servicio, días después y luego de mostrar una buena evolución, el Covid-19 no dio tregua y su estado de salud se agravó. “Llegué a la UCI en silla de ruedas, me pusieron una naricera de alto flujo y eso es lo último que me acuerdo, porque me quedé dormido y no supe más hasta que me extubaron 18 días después”, dice.
Uno de los 73 pacientes transfundido con plasma autoinmune
En la UCI estuvo en riesgo vital, sin embargo la asistencia recibida consideró la transfusión de plasma autoinmune, terapia que comenzó a implementarse en el hospital en abril de este año, gracias a un trabajo coordinado entre la Unidad de Donantes de Sangre, la Unidad de Medicina Transfusional y la Unidad de Cuidados Intensivos, transformando al Barros Luco en el primer hospital de la RM en llevar a cabo esta terapia, que aún sigue en estudio. A la fecha, ya van 73 pacientes transfundidos.
“A mí en la vida me enseñaron que a pesar de lo que uno pueda o no tener en la vida, siempre hay una lección que uno tiene que valorar y aprovechar”, asegura.
Juan Pablo fue derivado a Hospitalización Domiciliaria de Atención Primaria de Salud (HD-APS), programa creado -por la pandemia-, en las 11 comunas que pertenecen al Servicio de Salud Metropolitano Sur. Ahí, de la mano de un equipo multidisciplinario de la Municipalidad de San Bernardo, ha comenzado a consolidar su recuperación.
“Agradezco las muestras de cariño y de preocupación por parte de mis compañeros, del personal médico y de toda mi familia que siempre estuvo presente”, dijo Juan Pablo, quien esta semana visitará el hospital para realizar trámites administrativos, esperando poder encontrarse -por primera vez-, con quienes hace ya más de tres meses, le tendieron una mano.